Era sábado en Madrid y nos trasladamos mi hija, sobrinas y yo al aeropuerto de Barajas donde comimos antes de coger el avión, pues la hora de salida era sobre las cuatro y media. El viaje fue estupendo, cuando llegamo al aeropuerto de Fiumichino, entre recoger las maletas y el coche que nos llevó a nuestro apatamento se nos hizo bastante tarde con lo cual decidimos deshacer las maletas, colocar la ropa en los armarios, tomar una ducha y nos hicimos la cena pues, como buenas previsoras, nos habíamos traído de Madrid unos sobres de pasta y algo de embutido. Así que cenamos y pensamos que lo mejor era acostarnos, pues nos ibamos a levantar temprano .
El domingo a las 9'30 ya estábamos en la cafetería desayunando y decidimos que podíamos ver por la mañana El Coliseo, el Foro Romano y El Palatino.
El Coliseo es una de las principales visitas turísticas. Se trata de un anfiteatro de la época del Imperio Romano construido el el siglo I. En la antiguedad poseía un aforo de 50.000 espectadores, con filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los Senadores y, a medida que se ascendía, se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En él tenían lugar las luchas de gladiadores, espectáculos públicos. Su inaguración duró 100 días participando de ella todo el público romano. Murieron en su celebración decenas de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del pueblo
Después de visitar el Foro Romano y el Palatino decidimos ir a comer a un restaurante cerquita, pues teníamos mucha sed por el calor que habíamos pasado, y necesitábamos reponer fuerzas. Así que nada más sentarnos, lo primero fue pedir una gran birra de 40 ctl que casi nos la bebimos de un trago, ya con la comida pudimos relajarnos y descansar un poco antes de seguir viendo más cosas y aprovechar la tarde
Seguidamente nos fuimos a ver San Pietro in Vincoli, una de las basilicas más conocidas de Roma por albergar la reliquia de las cadenas con las que ataron a San Pedro durante su encarcelamiento en Jerusalén; están guardadas en un relicario bajo el altar principal de la basílica. Y a mano derecha se encuentra el mausoleo del papa Julio II con la famosa escultura del Moises de Miguel Angel.
Otra de las preciosas basílicas que vimos fue la de Santa María la Mayor, primer templo dedicado a la virgen, donde se cuenta una leyenda muy bonita. Delante del altar se haya la Confesión relicario de la cuna de cristal que contiene maderas del pesebre donde pusieron al Niño Jesus. Vimos también una escultura de Felipe IV de España que fue benefactor de dicha basílica.
Rendidas terminamos el día y nos retiramos a descansar, no sin antes tomar una opípara cena.
En Barajas, cogiendo el avión hacia Roma |
Roma, entrada en el apartamento |
Roma, Coliseo |
Roma, Coliseo |
Foro romano, Arco de Constantino |
Roma, Coliseo |
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