martes, 31 de enero de 2012

Lago Nasser

El viaje en barco por el lago Nasser fue de ensueño. Vimos maravillosos templos, algunos por ser menos importantes desde el mismo barco, como la fortaleza de Kasr Ibrim y los más importantes los disfrutamos por dentro y por fuera, haciendo infinidad de fotos de las cuales pongo solo unas pocas.
Para mí lo mas emocinante fué la llegada a  Abu Simbel en el barco. Según nos íbamos aproximando era impresionante ver los templos cada vez más cerca; además nos pusieron una música para dar más interés al momento, fue algo inenarrable. Total, que estábamos deseando desembarcar para verlos ya desde tierra y hacer innumerables fotos, pasamos un delicioso día a pesar del calor. Por la noche vimos el espectáculo de luz y sonido utilizando como escenario la fachada del templo, en el que nos contaron la historia de su construcción.

El gran templo de Abu Simbel, que rinde homenaje a Ramsés II, está excavado en la montaña, posee cuatro estatuas colosales con su efigie guardando la entrada. En su interior se encuentra el santurario, con cuatro figuras sedentes de dioses: Ra, Ptah, Amón y Ramsés II. El templo está construído con tal orientación que los días 21 de octubre y 21 de febrero (61 días antes y 61 días después del solsticio de invierno), el sol entra por la puerta del templo e ilumina las caras de Amón, Ra y Ramsés, quedando únicamente en penumbra Ptah, por ser el dios de la oscuridad. Asombra comprobar lo avanzados que estaban los egipcios en conocimientos astronómicos pues, tras el traslado de los templos a su nueva ubicación debido a la construcción de la presa de Asuán en 1964, el fenómeno solar ocurre con un día de diferencia (el 22 de octubre y el 20 de febrero), es decir, se equivocaron en los cálculos.

El templo menor de Abu Simbel está también excavado en la roca, y dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza, así como también a su esposa favorita, Nefertari. La sala interior tiene 6 columnas en cuyos capiteles está esculpida la cabeza de la diosa Hathor.

Por último, merece mención aparte el templo de Philae, al que nos trasladamos en lancha motora una mañana muy tempranito. Este templo está dedicado a Isis, diosa de la fertilidad. Dicen que las mujeres del antiguo Egipto que querían quedarse embarazadas solían arañar las columnas del templo para arrancar los minerales de la piedra e ingerirlos, pues consideraban estas piedras sagradas, práctica que en tiempos modernos se prohibió por la lógica preservación del patrimonio monumental. Si observáis con cuidado las últimas fotos de la columnata de este templo, se pueden contemplar con facilidad los arañazos.
Templo de Isis, Quiosco de Kertasi
Asuam, obelisco High Dam
Templo de Isis
Templo de Kalabsha
Interior del templo de Kalabsha
Interior del templo de Kalabsha
Monumento
Templo de Beit al Wali
Amanecer en el lago Nasser
Atardecer en el lago Nasser
Templo Dakka
Templo de Dakka
Templo de Dakka
Templo de Wadi al Sebua, avenida de las esfinges
Templo de Wadi al Sebua
Llegando a Abu Simbel
Templo de Abu Simbel
Frente a los colosos
Templo de Nefertari
Templo de Nefertari
De vuelta al Nubian Sea
La Gran Presa de Asuán
Templo de Philae
Templo de Philae
Templo de Philae
Templo de Philae, Quiosco de Trajano
Templo de Philae, columnata
Templo de Philae
Templo de Philae.

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