lunes, 14 de mayo de 2012

Kalambaka. Meteora

      La siguiente visita por el Peloponeso fue a Meteora. Nos hospedamos en un hotel en Kalambaka y a la mañana siguiente nos trasladamos en autobús a visitar los monasterios de Meteora. En el trayecto disfrutamos de unas  maravillosas vistas, pues el paisaje era espectacular, por un camino empinado entre gigantescas rocas. Para entrar en los monasterios exigen a las mujeres que lleven falda, así que nos proporcionaron unos pareos largos que nos atamos a la cintura por encima de los pantalones. Tampoco está permitido entrar en los monasterios con ropa corta y los hombros descubiertos; igualmente regía para los hombres.

      Meteora significa en griego "suspendido en el aire", un lugar de retiro, meditación y oración. Construcción monástica de los siglos XIV y XV, en su época dorada  llegó a contar con veinticuatro centros  donde se desarrollaba la  actividad monástica, si bien solo continuan seis de ellos. Son monasterios bizantinos de la iglesia Ortodoxa Griega construidos en la cima de unas impresionantes masas rocosas que los hace parecer colgados del cielo y están a más de 600 metros de altitud. Resulta un poco complicado llegar hasta ellos, pues tienen bastantes escaleras de piedras empinadas, como es natural, pero lo que es admirable es pensar que los primeros accesos eran mediante rudimentarios ascensores de cestos con cuerdas, en el que los lugareños depositaban las provisiones. Con el tiempo, se construyeron escaleras y puentes para permitir su visita. Nos enseñaron el refectorio, donde los monjes se reunían para comer, la antigua cocina, el osario y las celdas. Unas impresionantes vistas vimos desde las terrazas, parecía que nos encontrábamos en el mismo cielo. Este monasterio al que me refiero es el de la Metamorfosis o Gran Meteoro; tiene una gran riqueza en iconos y demás objetos, así  como una tienda de recuerdos con objetos trabajados por ellos, como trípticos, iconos de la virgen, de santos, cruces y muchas más cosas, todo muy bonito y ni qué decir tiene que no nos marchamos de ahí sin haber comprado algunas cositas.

      El otro monasterio que visitamos estaba llevado por religiosas, un poco más pequeño que el anterior, pero también nos gustó mucho; era el monasterio de Roussanou.

      Bueno por las fotos veréis lo grandioso que fue nuestro viaje a Meteora. Tras esta impresionante visita nos embarcamos para poder realizar la última parte de nuestras vacaciones en Grecia: la visita a las islas griegas.
Meteora, El Gran Meteoro
Meteora, monasterio de Gran Meteora, traslado de los monjes
Meteora, monasterio de Varlaam
Meteora, visitando el monasterio
Meteora, celdas de los monjes.
Meteora, refrectorio.
Meteora, montañas
Meteora, monasterio de la  Santa Trinidad
Meteora, monasterio de Santo Roussanou
Meteora, monasterio de la Santa Trinidad
Meteora, monasterio de Santo Roussanou
Meteora, entre montañas
Meteora, al pie de las montañas
Meteora, junto al monasterio de Roussanou
Meteora, monasterio de Stefanos Agios (San Esteban)
Meteora, monasterio de San Nicolás Anapausas
Meteora, en el autobús
Cogiendo el barco para el traslado a las islas
Rumbo a Mikonos
En el barco durante el viaje
Dentro del camarote
Mikonos a la vista
Acercándonos a la isla
Divisando los molinos de Mikonos

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